viernes, 14 de diciembre de 2012

Festival navideño (versión para torpes)


Muchas de ustedes y algún que otro padre implicado (u obligado) se las está viendo moradas con el maldito festival navideño de la critaura de sus entrañas, a que sí?. Ya sé que hay mamás estupendas que esto les parece chupiguay y se entregan con pasión y emoción al cosimiento del vestuario... estas madres, se lo digo desde ya, no nos interesan que nos hacen sentir muy mal. Ignórenlas, por su bien. Háganse las rusas y digan un "mi no entenderrrr" con cara de bobas. Y salgan pitando.

Para el resto, entre las que yo navego, van estos sabios consejillos.

Usted seguramente habrá recibido una nota o un email en el que se le informa que tiene poquísimos días para confeccionar un sencillísimo vestidito a cuatricomía con bodoque bordado en festón a doble punta y tirabuzón cardado en tejido afrijolado aprobado por el Benelux para que su preciosa hija/o se luzca en el festival navideño del cole.

Paso al tuteo, que ya estamos en confianza. La torpeza une mucho.

Amiga, no estás sola. Cienes y cienes de madres torpes te acompañan en la angustia de estos momentos. Vayamos por partes.

La primera es entender qué se espera de nosotras. Porque esa es otra, vieran la nota que me ha pasado la seño de mi Lola: jeroglífico absoluto en el que la palabra "creativo" "imaginación" y "fantasía" se repiten más que el ajo en alioli pero ni una pista de cómo debe quedar el vestidico de marras.

Te recomiendo que hables con otras madres y aproveches para sondear la posibilidad de eliminar de una vez para siempre los festivales navideños de la faz de la tierra. Los carga el diablo, y eso, amigos, en antinavideño. Te sorprenderá la buena acogida que puede tener esta proposición. Y ten en cuenta que tu hijo en muy pequeño. No los va a echar de menos.

Tras un repasito de los buenos a la seño, pongan en funcionamiento el escáner de la madre hábil, detéctenla y abrillanten su mejor sonrisa: a por ella¡¡. Esto es una contrareloj para hacerse su nueva mejor amiga en tiempo record y se vale todo: soborno, chantaje, baja inducida del adversario... lo que sea necesario para que nuestra nueva mejor amiga nos haga amablemente el vestidito de marras. Aunque esto nos cueste pagarle una semana en un spá balinés. Merece la pena.

Una vez que hayas conseguido el dichoso vestuario, te recomiendo que apliques una tarifa plana de atenciones y detalles a la madre hábil para echar mano de ella cuando se presente el festival de primavera, el de la castaña, el de la pera en almíbar, el del profesor barbudo, el del chorizo ibérico y todos los demás que siempre serán demasiados para una madre torpe.

Una vez llegado a este punto, sólo te queda (y esto es muy importante) poner a buen recaudo el vestidito hasta el día de la función. Porque ya sabemos cómo las gastan nuestros churumbeles y esa afición a comer espaguetis con el disfraz puesto... imagínense el resto. Que el spá balinés está carete, si lo sabré yo.

Y con estos buenísimos consejos que les doy, sólo les queda poner en marcha el vídeo y atormentar durante meses a amigos y familiares con el minuto y medio de actuación estelar de su criatura.

Que ya les veo venir.


jueves, 15 de noviembre de 2012

Ideas Absurdas chapter tú: la Tienda

¿Por qué me dejáis sola, amigos?

¿Por qué no me sacáis de cañas impidiendo que en mi cerebro aniden más absurdas ideas y me lo acabe creyendo, en un ataque de lecherismo fatal?

Yo es que sobria pienso mucho. Y la suelo liar.

Y la estoy liando.

Se hace saber (con voz de pregonero) que la Tribeca está montando una tiendecita de telas on line. Pequeña, modesta, poco a poco. Evaluando proveedores. Comparando calidades.

Telas muy muy bonitas, para hacer pachtwork, para hacer vestiditos, cojines, juguetes, mil y una cosas con unos estampados de quitar el hipo en 100% algodón de primerísima calidad y algunos modelos en algodón orgánico. Os van a encantar¡



En estos momentos me estoy proveyendo de un pequeño stock con unos 50 modelos diferentes y estoy en la fase del diseño del logo y escogiendo la plataforma. Si todo va bien, en una semana o diez días estará todo listo.
A que se os está abriendo el apetito?

Y es que son irresistibles¡
Para falditas, blusas, vestidos...
¿Qué tal un pijama de dinosaurios?
Pues se acabó volveros locos rebuscando por ahí en tiendas de telas feas... tooodas las telitas que escojo son a cuál más chula, moderna, rebonita y chachipiruli. Y te la envío a donde tú me pidas¡

Aunque aún no tengo bien armado el asunto, si te gusta alguna de las que muestro aquí, envíame un mail a trybeca@yahoo.es y te informo de todo lo que necesites para que hagas tu pedido.

Habéis visto en los líos en que me meto?

Pues eso, que no me sacáis...

lunes, 12 de noviembre de 2012

Tutorial Costuritas: camiseta-corazón y falda

Amigos y pececillos;

Ando presa de una furia creativa que antes de que se me acabe la cuerda, la voy a explotar al máximo y lo que es mejor: lo voy  a documentar porque luego nadie me cree, que ya nos vamos conociendo.

Y sin más preámbulos aquí llega el Tutorial namber guan de costuritas o cómo transferir un aplique de tela a una camiseta y que quede bastante molón. Toma nota, colega:

Necesitarás: tela bonita, papel termoadhesivo, lápiz, tijeras, plancha, aguja e hilo a contraste o combinado. Y una camiseta. 

1.- Pilla una camiseta que si la destrozas no te de un esperrenque. Una como esta:
2.- Escoge una tela chula y un motivo, por ejemplo una estrella, una nube o como mi ejemplo, un corazón que dibujarás en un papel de plantilla. Lo recortas a la forma deseada y lo calcas al papel termoadhesivo.Como verás, el papel termoadhesivo tiene como una telita y pegada tiene un papel tipo cebolla. Cálcalo en el papel cebolla y recorta dejando un margen alrededor. Plancha por el lado del papel cebolla sobre el trozo de tela  (ojo, hay que pegar el papel termoadhesivo por el revés de la tele escogida como aplique) aplicando el calor a toques. Apoyas la plancha y la levantas, sin arrastrar. Fija bien la telita al retal de tela y despega el papel de cebolla. Quedará así:

3.- Recorta el motivo con las tijeras y ahora procede a colocar el aplique del derecho (con la telita termoadhesiva del revés bien fijada) donde te guste en la camiseta, fijándolo con la plancha. Una vez fijado ya no se podrá mover así que cuida bien la ubicación.

4.- Para rematarlo mejor, vamos a festonear el contorno. Para eso y como yo no me acordaba (cuando me ataca la dislexia, me pongo fatal), trinqué al Mandarín, le puse un vídeo de cómo se festonea y el tipo lo hizo bastante bien -pese al estilo, que ya puliremos en las siguientes entregas-. Miren, miren:
5.- Mi querida hija no cabía en sí de la emoción:
6.- Y me lió y acabé haciéndole también mi primera falda. Creo que no lo hice tan mal para ser la primera vez, no?


Tengo que decir que durante dos días con sus dos noches, mi retoño fue una con su nuevo conjunto. Tenía que dormir, comer, lavarse los dientes y todo con su falda y su camiseta, y a duras penas la conseguí desnudar para bañarla. Pero un actimel bendito derramado estratégicamente consiguió que lo echara a lavar. 

Ya ven, queridos, de aquí a las pasarelas.


viernes, 2 de noviembre de 2012

Día de Muertos

La mayoria de ustedes ya saben que una, aunque nacida en los madriles, se siente medio mexicana por obra y gracia de un dulce envenenamiento paulatino y constante desde hace quince años merced al trabajo que me da de comer en primer lugar y ya por los muchísimos amigos mexicanos que tengo a este y al otro lado del charco.

Como le cuento a mi amiga la desmadrosa, yo soy una española que se quema con el horno y grita "shingada madre¡¡" en lugar del castizo "joder, ostias" o similares.

Tengo esquizofrenia de nacionalidades. Y se me nota. Un chingo. Cualquiera que entre en mi casa se va a dar cuenta. En el recibidor, en lugar del paisaje típico o las fotos de vacaciones, tengo una lámina de un artista mexicano con el santo patrón Malverde luciendo pistolas y la santa muerte, ahí, sonriendo. Máscaras de luchadores. Veladoras con las virgen guadalupana. Juguetes, esqueletos. Música. Y una buena cantidad de libros que me acompañan por las noches.

Por eso y porque me gusta, el Día de Muertos para mí es una noche especial para celebrar, para honrar a los que se fueron, para festejar a los que están, para bailar con la pelona si hace falta y echar desmadre, que es lo que nos va.

Así que la noche del 31, coincidiendo con Halloween, aunque en rigor no sea el día de muertos, esta que les quiere agarró unas cuantas veladoras, luchadores de juguete, y varios gadgets más y echó un cablecito a su amigote el Naveiras que tenía el don el deseo de armar un altar de muertos al grandísimo Johnny Cash, héroe musical del protagonista de su novela "Memorias del Cementerio". Un altar, aunque modesto, hecho con cariño y humor, que se lució durante la presentación de su novela en esa noche mágica y necrófila en un bar de Lavapies que mola mil y super baratito que se llama "El Dinosaurio todavia estaba allí" la mar de recomendable.

Por cierto, amigos, la novela del Naveiras es ma-ra-vi-llo-sa, y si encima te gusta la novela negra, vas a  alucinar. Cómprenla, no se arrepentirán.

P.D.: Mi querida desmadre cuenta muy bonito cómo vive ella el Día de Muertos en España. Os recomiendo que leais su entrada.
P.D.2: la foto es del afamado escritor, porque el tío además de escribir requetebien, hace unas fotos rechulas. 

martes, 30 de octubre de 2012

Nueva sección: ideas absurdas

Efectivamente, amigos, vamos a inaugurar una nueva sección destinada a albergar todas esas ideas absurdas que se me ocurren, porque ya son demasiadas y lo merecen.

Y es que ahora estoy presa de la furia de la calceta, o como dicen las modernas, el "Knitting", con esa manía de soltra palabros en inglés para resultar más "trendy".

Como hace frío, qué mejor que arrebujarte en el sofá con tus agujas de bambú (tira las de plástico, ya no molan nada) y tu nueva lana super gorda de Black Oveja -tienda chula donde las haya-, suaaave y amorosa, una peli que no requiera mucha atención y triquitriquitriqui, que te vas haciendo un jersey molón para que luego se te mueran de envidia tus vecinas.

Como acabo de aprender a hacer trenzas estoy lanzada, ya me veo poniendo ochos y punto de arroz a los retrovisores del cohe, que me están pasando un frío que no veas.

Y es que veo que ahora lo más de lo más son las quedadas tejedoras como la de Madrid Knits, que se juntan un grupito de amantes del punto y meriendan, cotillean y se enseñan sus elásticos y sus sisas. Pues yo quiero uno de esos, me lo pongan, oiga. Que hacer punto solica es un poco triste. Pero que no me tenga que ir a la quinta chimbamba, algo más céntrico.

¿Quién se apunta? eh? eh?.

Advierto que acabo de aprender a hacer galletas de mantequilla y me salen rebuenas.

Ahí lo dejo...

ÚLTIMA HORA: Parece que a muchas os seduce la idea pero como no sabéis o lo tenéis olvidado, os desanima... propongo enseñaros lo que sé, que no es que sea mucho pero para una tarde tenemos seguro (y algo más). Así que, chicas (o chicos) que os apetezca, propongo clases de iniciación al punto (pelota) la tarde el viernes 2 de noviembre. Detalles, hora y lugar, por mail. La que quiera que se apunte: trybeca@yahoo.es. 

martes, 16 de octubre de 2012

Estilismos para el recuerdo: los carga el diablo

Amigos y pacientes lectores;

La de hoy es una clase práctica, un ejemplo real (y tanto) de lo que nunca debemos hacer a nuestros retoños. ¿Maltratarlos?, no, so ceporros. ¿Castigarlos?, que no, hombre. A ver, no me maltratéis ni me castiguéis a los niños que los de los servicios sociales están a la que salta, que se están jugando el jornal y no estamos para bromitas.

Me refiero al noble y difícil arte del estilismo en el posado fotográfico.

Sí, amigos, eso. No pongáis esa cara de "esta me la sé" porque no. Y si no, haceos una pregunta sencilla: ¿Os creéis más listos que vuestros padres?. Quién haya dicho que sí o es huérfano (ahí se entiende, claro) o aún no le ha tocado ir corriendo a urgencias con su churumbel colgando febril. Que luego va tu madre y te llama por teléfono: te lo dije, ese niño no está bien y tú como no haces caso...

Pues que sepáis que no sois más listos que vuestros padres, majetes. Porque una coge esa caja de fotos antiguas que habíamos escondido en lo más profundo del armario del trastero mientras éramos novios (luego te casas y ya como que hace gracia y todo) y cuando mira los terroríficos looks que nos plantaban nuestras madres, piensa: esto no se lo haré a mi hija preciosa jamás.

Já.

Mi madre era lo que hoy se conoce como una trendy-mum. Su armario era la envidia de todas sus amigas. Un gusto impecable, las mejores tiendas y una estupenda figura la convertían en todo un icono de la moda en los setenta.Seguro que ella pensaba que aplicaba el mismo buen criterio al vestuario de sus hijas. Pero a las pruebas me remito: No, mamá, no íbamos chic, ni elegantes, ni trendys ni leches. Y no deberías haber visto tanta serie de TV. Porque si tú ves esto:



Luego vas y le haces esto a mi pobre hermana: (es mi hermana de verdad, perdóname, cariño, pero es por el bien común, has cambiado mucho, nadie va a reconocerte, te lo juro).


Efectivamente, amigos, mi pobre hermana va ataviada con un look que le hace parecer el hijo secreto de Starky y Hucht (sí, de ambos) en misión especial en las selvas plagadas de helechos del Guadarrama. ¿Cómo no va a estar triste, la criaturica, con esa camisa que me pica solo con verla?, y esa chaqueta -heredada de mí- que tenía unos colores que te ponías a llorar, rollo cacaburro y gamas similares, con su cuello smoking y su cinturón marca-lorzas...

Amigos, ya lo han visto con sus propios ojos. No le inflijan el mal a sus hijos, no les averguencen de por vida y más allá. Midan bien los estilismos. Muy bien. Que luego no ganamos para terapias.

Que se lo digan a mi hermana que cada vez que vuelve la moda folk se encierra en casa de baja.

jueves, 11 de octubre de 2012

Del miedo



Cuando Lola nació y nos tuvimos que volver del  hospital a casa con ella, comprendí que el resto de mi vida iba a tener miedo. Un miedo permanente y mutable, un miedo nuevo que brota tal que pares y que ya nunca más te abandonará. Es el miedo de traer un hijo al mundo y a ver qué chingados haces para que sea feliz el mayor tiempo posible. Y que esté calentito. Y que haya comido suficiente. Pero no demasiado. Y…
-       -   Respira?
-          - Claro que respira¡, cómo no va a respirar?
-          - Es que no la oigo respirar…
-          - Porque tiene dos días de vida y sus pulmones aún no hacen ruido de coche viejo, quieres dormirte tranquila que son las 4 de la mañana?
Y te acuestas, tratando de calmarte. Claro que respira, mujer. Si es un roble esta niña¡. Respira como un… como un… coño, que se ha parado¡¡ y enciendes la luz, alarmada, esta vez segura, sí, pasa algo malo, malísimo, y gritas:
-         -  NO SE MUEVE¡¡¡
-         -  Joder, me cagoen… porque está dormida¡
-         - 
La arropas tratando de incomodarla suavemente y que te de esa señal, sí, pequeña, estás viva? Díselo a tu mami… y la Lola gruñía y ya, me volvía a acostar en paz hasta cinco minutos después que empezaba de nuevo la auditoría de supervivencia. He llegado a ponerle un espejo bajo la nariz, amigos.
Eso por las noches.
Pero por el día era un acarreo de niña por todos lados, no fuera que la perdiera de vista por un nanosegundo y se escapara por el balcón descolgándose de las sábanas de ositos bordadas. Si me iba a la ducha, allá que llevaba a la Lola en su hamaquita. Y me lavaba con la cortina descorrida, por supuesto, para vigilar que no saltara sobre ella ningún frasco de perfume o el bodymilk y la atacara. Porque esa es otra.
La capacidad que me he descubierto imaginando desgracias sin límite a cual más absurda… a mí me viene cualquier a de mis amigas y me dice que tiene miedo de las cosas que detectaba yo como peligros realísimos y la mando a López Ibor de cabeza y además, la insulto.  Pero ay, es dar a luz y la sensatez  se va al mismo sitio que tu talla de pantalones antes de convertirte en madre: a la extinción más absoluta.
Si llovizna, yo veo rayos caer sobre el cochecito donde mi retoño sonríe complacida. Cuando estoy esperando que cambie a verde el semáforo a una distancia de no menos de un metro del asfalto, visualizo un coche conducido por un cuasiadolescente bakala bien dopado subiendo por la acera y atropellándonos a 200 kilómetros por hora. Cuando acuesto a mi pequeña, advierto la presencia de un ser maligno que se la quiere llevar de souvenir al averno. Y sí, miro debajo de la cama y detrás de las cortinas.

Mi chico al principio trataba de calmarme y aplicar la lógica, tratando de demostrar que era imposible que se cumplieran mis vaticinios, a cual más espantoso y mortal. Luego me miraba con compasión, meneando la cabeza de un lado a otro silenciosa y elocuentemente. Ahora, cada vez que verbalizo un ramillete de los peligros que acechan a mi hijita, me pregunta qué hay que comprar para largarse corriendo. 

En fin, amigas, sé que vosotras me entendéis. 

En la foto, anoche a la hora del baño. El perro por si vienen los ladrones a hacernos una visita y el rifle a modo de pararrayos, que me han dicho que es muy eficaz. 

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Freud, explícame esto, majo.

Miren ustedes la foto con la que ilustro esta entrada, amigos. Una orgullosa madre ataviada con lycras y pedrería mostrando a sus hijos: los niños, niños y la niña... bueno, la niña es pa echarla de comer aparte, pero se ve clarito que niña es. Un rollo entre Las Vegas, burbuja Freixenet y concurso de talentos infantil.

La cosa es que esta madre, se le ve en la cara, tiene claro de qué género es su parentela y así les viste en consecuencia con sus dorados a unos y... la niña, la pobre.

El niño de la derecha tiene madera, eh?, qué pose¡.

Pues yo no tengo claro nada con esta hija mía que nos va  a meter en un lío en cualquier momento.

Ya les había contado que la anterioremente conocida como Lola, a la sazón, el fruto de mis entrañas, se nos había desdoblado en Pedrolo, un alter ego masculino que se había hecho fuerte a base de pantalones vaqueros y mear de pie. Más de un momento de verguenza nos ha hecho pasar cuando ataviada con vestido o bien desnuda iba saltando por ahí gritando "mamáaaaaaaaaa, soy tu hijo Pedrolooooooo" haciendo girar cabezas extrañadas a su paso.

Pero el talento de travesti de mi hija está desarrollándose a pasos agigantados. El primer día de cole (el primero, oigan, no me dió ni un poquito de tregua) ya me ven a mí explicando en la puerta apresuradamente a su profe que la nena a veces no responde por Lola sino por Pedrolo. La profe me echa un pequeño discurso de "hay que dejarles que indaguen quiénes son y no coartarles". Si, sí, maja. Ya verás la que te espera con esta. O este. Que ya no sabe una ni lo que ha parido.

Pues que pasa la primera semana de adaptación (con dibujo atrubuido a Pedrolo incluído) y en la segunda, que comienza el comedor y ya le toca a mi costillo recogerla. Y ahí que va el alegre padre a recoger a la criatura por primera vez.

- Hola, soy el padre de Lola...
- ¿Lola?, aquí no hay ninguna Lola.
- Sí... es esa niña de ahí, dice el buen hombre.
- Disculpe, señor, no es una niña sino un niño y se llama Arturo.

La Lola gritando por detrás: Soy Arturo, Arturooooooooooo¡¡¡

- .... Ehhh, verá, no es un niño, es un niña y se llama Lola pero a veces se cambia de nombre y...

A ver, imaginen la escena. Un señor diciendo a una cuidadora a la que no ha visto jamás en la vida que le entregue una niña cuando la supuesta niña jura y perjura con un convencimiento que a ver quién le lleva la contraria que es un niño de nombre Arturo. Pues la cuidadorar sospecha que el tipo es un tarado pervertido que la quiere secuestrar. ¿No pensarían ustedes lo mismo?. Normal.

Encima los antecedentes que hay en el colegio son de Pedrolo. Arturo es la nueva invención de mi churumbel. Y a su padre no le llama papá, sino Merlín.

Cielos. 

Finalmente, mi paciente y encantador marido sin papeles, consiguió convencer a la cuidadora que Arturo-Lola es descendiente directa y heredera legal de todas sus deudas y se la entregó. O eso me contó él, y en realidad la trincó en un descuido y salió corriendo con ella bajo el brazo, que éste corre como un galgo, menudo es.

La cosa es que la niñaniño estaba estaba en casa cuando regrese de trabajar.

Siento el aliento de los servicios sociales en la nuca. Me gustaría saber qué chingados de explicación tendría Freud para este caso. Madre, madre, madre... si con tres años nos mete en estos líos a ver con cuatro. Que esta me trafica con gominolas en el recreo, lo veo venir.

viernes, 14 de septiembre de 2012

El sexo de las madres

La blogosfera viene reflejando desde hace semanas el fenómeno literario de moda que ha añadido, más si cabe, temperatura a este tórrido verano. Y es que la trilogía de E.L. James de Cincuenta Sombras está causando verdaderos estragos, por lo que estoy observando en los blogs que suelo leer.

Madres cuyos blogs suelen tratar de las peripecias de sus hijos, recetas de cocina, recomendaciones de productos o actividades y demás entradas de tono "blanco", de repente se ven trasladando a sus bitácoras de forma más o menos directa su emocionante descubrimiento cuyo ineludible carácter sexual lo convierte en un elemento un tanto extraño en su estatus de madre bloguera.

Y es que las madres blogueras hablamos de nuestros niños, de conciliación, de compras, de inquietudes, de sueños... pero de sexo, no. Como si nuestra naturaleza sexual no casara bien con el post sobre la vuelta al cole. Y ha tenido que llegar un apuestísimo joven millonario amigo de la dominación/sumisión para poner en órbita a estas mamis encantadoras que se sonrojan si son sorprendidas en público leyendo sobre cómo hay que atar a una mujer.

Supongo que para muchas  ha sido una auténtica sorpresa descubrir que la disciplina inglesa, el bondage, el sadomasoquismo, la dominación-sumisión y todo el universo que rodea a esta forma alternativa de practicar el sexo no son tan sórdidas, humillantes ni horribles como pensaban antes de leer a E.L. James.

Y me apuesto una cena en un sitio chulo a que no han sido pocas las que se han atrevido a recrear algunas de las escenas que se recogen en los libros. ¿A que sí, chicas traviesas?. Bravo por vosotras, amigas¡. Vuestros maridos, parejas, amantes o lo que sean seguro están encantados.

Para aquellas que les apetece seguir explorando sus límites os recomiendo en Madrid una tienda que se llama SR Leather, en la calle Pelayo, 7 (Chueca) con un interesantísimo y pequeñísimo museo al fondo no apto para menores ni para mentes conservadoras (ni el museo ni la tienda, ojo). Parafernalia S/M en cuero muy bonita, columpios, aparatitos y todo tipo de accesorios.

Si no estáis en Madrid, no tenéis tiempo o simplemente os da corte ir a "esos sitios", podéis curiosear desde tiendas on line cada vez más cuidadas y bonitas, algunas especializadas en mujeres como Los placeres de Lola o Susúrrame con outlet y todo.

Y para completar, qué mejor que un conjunto de lencería de esos de quitar la respiración? pues ya tenemos en España a la maravillosa y supersexy Agent Provocateur, todo el catálogo es para comprárselo¡. Atención a los modelos de la colección Naughty.

Espero que el amigo James tenga acciones en sex shop porque me parece a mí que se van a forrar a vender regalitos para chicas atrevidas, a que sí, amigas?.

martes, 11 de septiembre de 2012

Bienvenidos al cole¡

Poco más o menos, es lo que nos vino a decir la amable directora del cole de la Lola en la reunión del otro día. Esta mujer, lo sé yo, quería ser arquitecta pero se torció la cosa y salió maestra. ¿Que por qué lo sé?, pues porque el 80% de la reunión ante los ansiosos padres primerizos en las lides de la docencia reglada se la pasó dando datos técnicos de la reconstrucción del edificio que alberga el cole.

Que vale un poco de metro cuadrado pero la composición química del hormigón del patio como que no me quita el sueño, amiga directora. La cosa es que allí estábamos todos apelotonados, sentados en sillitas de niños de 3 años (que me derramo por ambos lados, oiga¡) esperando que la directora dejase de explicar el forramiento del ladrillo que forma el arco de medio punto y nos confirmara que aquellas dos mozas con mechas, labio retocado a lo Esther Cañadas una, y minifalda infartante la otra, no eran coristas sobrantes de un show nocturno sino las futuras "seños" de nuestros hijos.

La minifaldera fue la que me tocó a mí y a mi prole. Y la escultural muchacha, para regocijo de los padres que se llevaron más de un codazo en el costillar, nos condujo a la clase en la que van a domesticar a nuestros retoños, aposentó sus reales en una sillita (ella no se derrama) y nos soltó el discurso.

Ese que te dice que no le hables mucho del cole para no crear expectativas desilusionantes, que no hagas esto ni lo otro, esto sí y lo otro también, que lleves tal cosa, bla, bla bla.... nada fuera de lo común si no fuera porque lo hizo a un riiiiiitttmoooo ssuuuuppppeeeeeerrr lllleeeeeennnntttttoooooo.

Amparo, te has fumado un porro. Fue lo que pensé. Decía cosas muy obvias como:

- Es que son niños...

Anda¡ yo pensaba que eran patatas...

Y se te quedaba mirando como recalcando lo dicho, como si hubiera revelado la fórmula secreta de la cocacola, así, fíjamente y con pausa dramática. Mucha pausa y mucha miradita recalcante.

Si alguna madrepadre me lee y reconoce lo que estoy contando que haga el favor de no revelar el nombre del cole por aquello de la privacidad y no chivarse a la seño, que no quiero oir eso de "es que me tiene manía la profe" y que sea verdad.

Una de las madres asistentes con la que sospecho voy a compartir alguna que otra caña (si se deja) me comentó que la veía tan sumamente nerviosa que lo más probable es que hubiera escogido la táctica de hablar despacio para hacerse entender y mantener la calma.

Pudiera ser, pero la impresión que me dió a mí es que iba a dejar a mi Lola en manos de una amiga de los cigarritos de la risa. Los nervios son muy malos. La verdad es que no me gustaría estar en lugar de la seño y enfrentarme a un mogollón de niños con sus respectivos padres con la cabeza llena de ideas de cómo debieran ser las cosas y que te lo sueltan a la primera de cambio. Yo no sirvo para aguantarles.

Ayer fue el primer día de cole de la Lola. Todo un éxito, amigos. Ni lloros ni gritos ni amenazas. La seño ya estaba en modo velocidad normal y en la hora y media de adaptación que dura cada jornada en la primera semana, consiguió que mi retoño se pasara toda la tarde noche hablando de su seño, del cole y de sus nuevos amigos.

Esta mañana, el lorito redicho que tengo por hija me ha soltado por el camino:

- Mamá, le voy a decir a la seño que me ponga muchos deberes. Yo lo que quiero es estudiar mucho.






Esa cara hemos puesto su padre y yo al oirla. Si la seño ha conseguido esto en un día de cole, me la pongan, por favor, hasta el doctorado.



jueves, 30 de agosto de 2012

Vacaciones en familia: no querías igualdad?

Amigos, ya hemos vuelto de vacaciones. Y no sé qué decirles: he vuelto confusa y preocupada.

Una cree que lo está haciendo bien tratando de educar a su pequeña en la igualdad y a la que le endiño la sirenita Ariel (que estoy de Ariel como si me la hubiera comido, por dios qué hartura con la Ariel a todas partes, que no me metas a la Ariel en la cama que te pinchas con la cola y luego lloras, por dios qué hartura, y qué fea la condenada con esa sonrisa de imbécil y la boca abierta, que se le van a meter moscas. Niña, no me digas que quieres ser Ariel, todo el día oliendo a sardinas, que te emancipas a los 3 años, eh?. Odio a Ariel, se nota, no?).

Bueno, que decía que igual que juega con Ariel (del demonio) juega con camiones. Que intentamos evitar juguetes sexistas (menos la Ariel de las narices y su figura de top model boba) y los comportamientos conductuales y todo ese rollo para que la niña no nos salga más cursi que un repollo con lazo antes de tiempo y bla bla bla.

La cosa es que nos hemos pasado. Se nos ha ido la mano. Tanta igualdad y tanta leche y ahora tenemos un desdoblamiento de personalidad en toda regla.

Mi hija según se levante se llama Lola y pide que le pongas el vestido azul con su lazo bien grandote y todo. Y va por la casa brincando y repitiendo que ella es una "princesa de culo de fresa". Para horas más tarde ir a jugar a un parque barcelonés (lugar de vacaciones), hacer amistad con unos críos de su edad y la mamá muy simpática, pregunte:

- ¿Y la nena, cómo se llama?.
- Pedrolo, contesta ella muy ufana, poniendo sus brazos en jarras.
- ¿Cómo? - cara de asombro de la madre que cree que le ha atacado una sordera ambiental, de repente-.
- PE-DRO-LO, responde elevando la voz y marcando sílaba, mi retoño.
- ¿¿¿¿????, -madre ojiplática en busca de una explicación me mira expectante-.
- Ehhh.. ss-sssí, ha dicho Pedrolo, es que hay días que cree que es un niño, digo tímidamente.
- PORQUE SOY UN NIÑO, MAMÁ, SOY TU HIJO PEDROLO. 

Y sigue la tía jugando, tan tranquila, dejando a mí, su madre, rezando porque la otra madre no sea una psiquiatra de los servicios sociales y me pida el DNI o algo.

Ustedes dirán que no es para tanto, que qué graciosa y que es normal. Ja.

Cuando tu hija de 3 años que está en plena (y bastante exitosa, feliciténme) operación pañal, le pilla unas ganas de hacer pis en mitad de una playa atestada de gente y lejos del baño (si hay) y... qué les voy a contar que no hayan sufrido. La mayoría sumerje a sus chiquillos en el agua y que disimuladamente... pues mi hija no se deja.

Mi hija se pone de pie frente a las olas pero en la orilla, se quita el bañador, separa las piernas como un cowboy, se pone en jarras y dice:

- Mira mamá, hago pis como los chicos porque soy Pedrolo, tu hijo, así es mucho más divertido.

Y añade, para que vean lo fino que hila:

- Mira mamá, si te mueves, el chorrillo no te mancha. 

Ahí está la tía. Con técnica y todo.

Miedo me da.

P.D.: En la foto, mi hermana de pequeña (yo era cursi) cuando jugaba a una cosa de esas con palos y bolas de mucho correr y darse costaladas. 

miércoles, 8 de agosto de 2012

Economía doméstica: preparados para la crisis

Queridos lectores acalorados:

Mientras España se prepara para agonizar bajo la ola de calor Sahariano que amenaza con derretirnos a todos, unos de vacaciones (malditos¡, ya llegará mi hora, ya...) y otros con la nariz pegada al aire acondicionado, ésta que les quiere no para de darle a sesera inventando rocambolescas fórmulas para sanear la frágil economía familiar.

Sanear en mis entendederas viene a ser cómo demonios le hago para poder vivir en el ático de 200 m2 que merezco, sin dar más golpe que el me cada día me dicte el capricho de mi imaginativa mente.

Algunos de ustedes ya sabrán que ese señor que me despierta a las 6am cada día, que hace taichi en el patio para solaz de los vecinos (me juego que hasta hay vídeos en yutube en la etiqueta "mira qué vecino más friki tengo") y que aún se atreve a decir en voz alta que me quiere (sin drogarlo ni nada) es, entre otras muchas cosas, músico.

Sí, de esos que tocan la guitarra en la cocina mientras mueven los macarrones para que no se peguen, colocan sus amplificadores en lugar de la mesilla de noche y vuelven loca a la asistenta con tanta Fender estratégicamente colocadas para que pasar la aspiradora sea una carrera de obstáculos. De esos.

Pero además de llenar la casa cada dos por tres de amigos que se beben las reservas de cerveza de todo el barrio con la excusa de "ensayar", resulta que le saca partido y miren ustedes, me salió el tipo con un alma de titiritero que me toca en la calle y todo, trayendo un sobresueldo a casa curioso.

Anoche mismo, aprovechando que mi Lola anda asilvestrada perdida con su abuela en la sierra y en consecuencia yo ando libre como un pajarillo, me fuí a verlos tocar.

Y como una es mujer de acción, que no de lamentos que de eso no se come, tuve una revelación entre "Billy Jean" y "Knocking on heaven´s door". Lo ví claro. Clarísimo. La idea que nos va a sacar de pobres.

Montar una banda familiar. Ahí tá. Eh?, a que se han quedado de piedra?. Yo también me sorprendí de mis geniales ideas. No me hallo de tanta sorpresa que soy capaz de darme a mí misma.

El rollo es así: hay que aprovechar que los 80´S vuelven y todo eso de "Viva el flúor y los calentadores" y qué bueno que mi síndrome de Diógenes por una vez sirva para algo. Cuánta maleta que reciclar. Y lo mío es todo vintage, eh?, del bueno, original.

Nos ponemos en mitad de la calle más concurrida de la ciudad la Lola y yo con nuestras mallas de lycra multicolor y venga muñequeras como unas Jane Fonda castizas y hacemos coreografías mientras marido-guitarrista pone la banda sonora. A ver quién se resiste. Ya lo veo venir, avalancha de monedas¡¡¡ qué digo monedas, billetes, cheques y ya me veo poniendo un datáfono inalámbrico para los que no lleven efectivo¡.

Qué exitazo¡¡. De ahí a que vuelva Aplauso, un tris¡¡

Ay, amigas, qué feliz vamos a ser la Lola y yo dando brincos juveniles todas llenas de purpurinas y lycra y qué pedazo de ático me veo ya eligiendo¡.

Lo sé, soy un genio.

Voy a llamar a mi costillo para informarle de esta brillante decisión.

De aquí al estrellato, lo que yo les diga.

En la foto, algunos modelos que estoy barajando. Lo del espumillón en la cabeza, un punto extra.

A por el éxito, amigas¡

miércoles, 1 de agosto de 2012

Vacaciones en familia: estilismos

Queridos todos;

Continuamos esta importante labor didáctica con esta nueva entrega dedicada a los estilismos vacacionales, asunto éste al que no se concede la importancia debida y, amigos, alguien tiene que hacerlo, que luego me vais de aquella manera y acabáis de fondo en las fotos de cualquier veraneante de bien para risión de sus amistades.

De todos es sabido que cuando se vacaciona, el viajero de mente abierta tiende a la mímesis ambiental. Mucho cuidado con esto.

Es sin duda síntoma de adaptación e inteligencia el hacer nuestra esa máxima de "donde fueres, haz lo que vieres". Y si una se larga a una casita a rural a los Pirineos Oscenses, por decir algo, rodeada de matojos y piedras como buzones de correos, no tiene sentido que me vaya con los stilettos de Jimmy Choo a buscar el pan a la tahona de la señá Engracia  por un caminito de terracería.

Si te vas al campo, los estampados de leopardo y las sedas nos las dejamos en casa. Una cosa es ser elegante y otra, imbécil. 

Pero no sé si ustedes se han dado cuenta que a veces, el viajero llegando al lugar de destino sufre una especie de mutación que le invade el cuerpo y el sentido estético y se lanza como un loco a las tiendas locales a comprar lo que ve que se lleva en la calle. Este mal es especialmente virulento en las zonas de playa ya que está demostrado que la conjunción del yodo con el plancton marino atrofia el área cerebral del buen gusto. Esto es así, amigos  y ustedes lo saben.

Que no de un paso al frente aquel que no haya sucumbido a la estrafalaria y chirriante moda de la camisa jaguayana adquirida preso de un loco frenesí en alguna tienda de souvenirs con cartelicos en varias lenguas. O tú, joven fashionista, dime que nunca compraste aquellas horripilantes sandalias con pedrería porque las veías por todos lados en todos los pieses y en todos los comercios y no supiste resistir su atracción y tal cual regresaste a tu cálido hogar, las contemplaste avergonzada musitando un "¿en qué demonios estaba yo pensando?, cómo me vean mis amigas¡¡".

Todo el mundo tiene un canotier de París, un sombrero mexicano, un bolso de flecos de plástico (con lo mono que parecía en Ibiza) o una camiseta con una leyenda borderline que nos parecía graciosísima y ahora sirve de trapo.Tranquilos. A todos nos ha pasado alguna vez.

Pero ahora, queridos pececillos, tenemos una responsabilidad con consecuencias. Una responsabilidad que imita, copia y pide responsabilidades de cada acto nuestro. Y como nos equivoquemos, ya no será suficiente con esconder aquello en el trastero o donarlo a la caridad. Nos van a pasar factura y nos lo recordarán en el momento menos adecuado, por ejemplo, ante tu reunión de amigas megapijas que trabajan en la revista de moda más chupiguay.

Y me refiero, claro, a nuestros hijos.

Háganse un favor y esténme agradecidos de por vida por este sabio consejo que les doy. Midan con lupa las compras que hagan en su lugar de vacaciones. No se mimeticen en exceso. Su pareo, su bañador, su beachwear, sí. Pero comprado esa boutique mona y estilosa de nuestro lugar de origen, de confianza. Nada de locuras consumistas con el cerebro anegado en yodo criminal. Ni microshorts de vinilo blanco, ni sombreros texanos en Mallorca, ni marido con camiseta Chuecalovers con gafas flúor, por favor.

Si no logran resistirse, recuerden que es de vital importancia deshacerse de todo antes de regresar a casa, borrar toooodas las fotos y vídeos, y dedicar varias semanas a borrar de la momeria de sus vástagos cualquier dato que les recuerde que ustedes, sí, ustedes, una vez fueron horteras.

Suerte, amigas.

En la foto, la familia Menéndez-Ramos aquejada del maldito virus en grado extremo, si hasta cara de granjeros se les ha puesto.

martes, 24 de julio de 2012

Vacaciones en familia: introducción

Querida amigas;

Muchas de vosotras se disponen a vacacionar por primera vez en familia y como es natural, están llenas de dudas. No se preocupen más.

Mis tres años de madre me avalan lo suficiente para que me permita darles unos buenísimos consejos para que sus días de asueto tan esperados y merecidos no se conviertan en la pesadilla que a buen seguro va a ser si no me leen a tiempo.

Madres primerizas: yo sé que ustedes se imaginan en una playa idílica, descansando, bronceando sus cuerpos al sol y todo en calma y bajo control mientras toman un bonito paseo en el que meditan sobre su vida, más o menos así:

Linda estampa, verdad?.

Pues despierten del ensueño y asuman su realidad o van a sufrir lo indecible. Y no porque su maromo no sea Picasso, ni usted la amante de turno, tan elegante y bien accesorizada. No.

Usted, amiga, es madre primeriza. Y los accesorios que le tocan son estos:


El abuelo es opcional así como la segunda niña, pero como ustedes son una pandilla de inconscientes, lo más probable es que esto sea su futuro. Lo sé. Es duro. Un panorama aterrador, incluso. Pero es lo que hay y cuanto antes se acepte, menos lágrimas derramarán cuando se vean en la orilla del mar rodeadas de cosas de colores imposibles y mal combinados y preguntándose qué demonios hacen allí.

Para echar más candela al fuego, me permito recordarles que el fruto de sus entrañas es pequeño. Muy. Y probablemente no camine aún. Esto significa que hay que transportarle. ¿Han pensado en el carro?, ja¡. El carro es un instrumento del diablo que sólo sirve para cargar las toneladas de cosas que deben acarrear hasta la playa y que se atascará en la arena con una obstinación propia de un pollino extremeño.

Así que deberá elegir. Entre una playa con pendiente pronunciada desde la que poder hacer rodar las toallas, capachos, sombrillas, piscina, flotador, aletas, gafas de bucear, bolsa de cambio de pañales, ropa de repuesto, marido cabreado y retoño. O irse sola de vacaciones y abandonar a la familia. 

Si su opción es (porque aún no ha probado las mieles de las primeras vacaciones en familia) obcecarse con continuar todos unidos, prepárese. Porque a los 127 kilos contados de peso que tendrá que trasladar de su coche a la parcelita de arena en la que plantar sus reales, hay que añadir que al señor con el que decidió tener a esa bolita de carne que llora y se queja todo el tiempo, hay que alimentarlos e hidratarlos.

Esto es así si usted se empeña en seguir siendo una familia. 

Y cuando una es madre primeriza reciente, lo que toca es el neverismo. Dícese del arte de meter en una horrenda nevera portátil zumos, aguas, potitos, quesitos, galletas, fruta troceada, purés en termo, tortilla, filetes empanados, gazpacho, cerveza para olvidar ese día y los que vienen, patatas, aceitunas, atún rojo en pieza completa, un ternero vivo y el sushi que sobró de la cena que estaba muy rico.

Que quepa todo, que no se vuelquen los líquidos, que lo frío esté frío (amigas, el hielo es importante) que el niño coma y el marido se contente con lo que hay, eso ya es de profesionales y no se lo voy a exigir por esta vez, que bastante tienen ya con la iniciación.

Como es sumamente difícil acordarse de todo, les recomiendo pidan hora al tatuador de confianza y envíen a su costillo a hacerse la lista en la espalda en arial 12 a tinta negra, por lo menos. Es por el bien de la familia y es un tatu muy práctico que lo menos durante 12 años más le sacas partido.

Bueno, pues ya hemos conseguido hacer un ridículo espantoso acarreando como mulas sudorosas cienes de bultos absurdos de colores estridentes (incluso una que chilla, a la sazón, el hijo de usté). Hemos abierto la sombrilla, colocado las toallas, inflado la piscinita y llenado de agua de mar para que rotoce la criatura, con su zumo en la mano. También hemos puesto a la sombra la nevera de la que hemos extraído una cervecita bien helada que amorosamente le ofrecemos a nuestro amorcito. Él te mira agradecido y cierra los ojos disfrutando del frescor mientras traga a morro de la lata de oferta.

Contempla bien la escena. ¿Todo está en orden?. ¿Todo bien?, ¿sí?.

Pues corre. Corre tanto como puedas y huye de allí como alma que lleva el diablo¡¡¡. 

De nada, amigas.

miércoles, 18 de julio de 2012

El domingo, en familia (como dios manda)

Se habrán ustedes enterado, amables lectores, que se liberan los horarios comerciales en este, últimamente, sombrío país que es España.

Una medida que sin duda va a poner muy contento al Corte Inglés y demás imperios del consumo y que hace polvo -más aún- al pequeño comercio.

Pero tranquilos, amigos, que nos ha salido un héroe que va a ¿defender las condiciones laborales de los empleados sometidos a esta nueva y moderna esclavitud?, ¿defender los intereses de la mercería del barrio?, nooooo... no se emocionen (aún).

Nuestro héroe está preocupado por los problemas que esta medida van a causar en la VIDA FAMILIAR. Si tú, dependienta de Zara, estás soltera y sin hijos, que te zurzan. Haberte casado y procreado, maja, que es lo que hacen las chicas de bien en lugar de ir como una pelandusca a los bares de moda. El domingo, queridos, es para pasarlo en familia descansando y no andar por ahí soltando monises en el Carrefour.

Y quién, os preguntaréis, ha soltado semejante "perla"?. Pues unos de nuestros bocachanclas favoritos: Monseñor Rouco Varela. Yo a este señor no le he oído pronunciarse sobre la subida del IRPF o la del IVA, el recorte en educación, subsidio de desempleo o en sanidad, o que le quiten la pagan extra a los funcionarios, entre otras de las barbaridades a las que nos están sometiendo. Tampoco es que me quite el sueño su opinión.

Pero no deja de sorprenderme que le preocupe la idea de que el domingo las familias (o más bien lo que él entiende como familias) no puedan disfrutar juntas del merecido descanso dejando fuera a los que no son "familia" -que ha dicho familias, no personas, por lo tanto los excluye- y no ponga el grito en el cielo por el estrangulamiento económico al que estas se ven sometidas gracias a los ajustes que reparte el gobierno que tanto les ampara.

¿Cuál es la lectura?. Elijan opción:

a) El domingo es el día del señor así que pobres, sí, pero juntos, leñe.
b) ¿Cómo que domingo de compras? el domingo a misa, y sanseacabó.
c) Los solteros no vais a misa, que os tengo vigilados, así que no entráis en el cupo de mi defensa.

Y espérense, que aún hay más. No contento con lo anterior ha dicho que no se puede superar esta crisis como no se vuelvan a las raíces católicas. La crisis de fe es la responsable de todos los males que nos acontecen. Y nosotros echando la culpa a las hipotecas basura, la burbuja inmobiliaria, el despendole de los políticos... y no, amigos, es que no rezamos ya. Y así nos va. Pandilla de rojos, solteros, desviados y ateos. Y pidiendo que paguen el IBI, hasta ahí podíamos llegar, Dios pagando impuestos¡.

Así que ya sabéis cual es la receta, pececillos. A hincarse de rodillas todo el mundo, incluídos los musulmanes cotizantes.

Yo por mi parte voy a sacar la mantilla de la abuela del arcón, el rosario y el misal y me voy derechita a la Almudena, que con unos cuantos padrenuestros y avesmarías esto se resuelve en un plisplás.

Palabra de Rouco.

En la foto, la familia Pérez y su díscola niña (un poco roja, hay que decirlo) siguiendo los preceptos de Monseñor y no yéndose de compras a lo loco.

martes, 10 de julio de 2012

Los sin papeles

Somos una familia al margen de la Ley y a mí esto me da muchísima pena. Sobre todo cuando voy a casa de mis "suegros" y veo sobre el aparador las fotos de las bodas de todos mis "cuñados" con sus marcos de plata relucientes. Y de los bautizos de sus retoños con sus flamantes vestiditos de Cristianar.

Y nosotros, nada.

Somos unos jipis amancebados que procrean en el libre albedrío y condenan al pecado eterno a su hijita sin cristianizar sin una miserable puntilla que llevarse a la cabeza. Y esto es triste, señores.

Bueno, está bien. Lo del bautizo me vale madres, más que nada porque dudo mucho que nos dejaran entrar a la iglesia, dada nuestra conocida aversión a la institución que dirige el jefe de los inquisidores. Pero lo de la boda no se lo perdono a mi costillo.

Yo, que desde niña albergaba la secreta esperanza de ser como Elizabeth Taylor y coleccionar maridos como el que colecciona figuritas del Kinder Sorpresa. Yo, que me veía no teniendo que trabajar en la vida merced a unas buenas y nutridas pensiones compensatorias de mis muy ricos y generosos maridos.

Pues yo voy a cumplir 43 años mañana y aún sigo descasada. Y así no vamos a ninguna parte.

Ya sé que tampoco lo pongo fácil porque yo o me caso en Las Vegas o nada. Una no puede entrar en la categoría del olimpo de las mujeres casadas por la puerta pequeña, onda un despachito de ayuntamiento cualquiera o una iglesia rural, aunque sea en los Jerónimos.

Y claro, mi mancebo dice que como perdí tantos años de mi vida con novios pobretones pues ahora no nos alcanza ni para la camisa de chorreras.

La Lola todavía es pequeña para que ande reclamando contratos entre sus padres, pero yo, por si acaso, por las noches cuando la acuesto le doy una estampita de Elvis para irla mentalizando.

En la foto, mi prima Paca que se casó en Wisconsin. Allí también saben celebrar una boda como Dios Manda, así como mantener a sus maridos a raya.

Que sirva de ejemplo. 

viernes, 6 de julio de 2012

De fobias: los disfraces infantiles y circunstancias

Queridos lectores que me sufren:

Voy a soltar una perla de las impopulares pero qué le vamos a hacer, este es mi blog mientras no me lo quieran comprar por una buenísima oferta.

No me gustan los disfraces infantiles, ni las fiestas en las que se disfrazan los niños y ya en el top ten de los odios furibundos se encuentran los concursos de supuestas habilidades (con disfraz al canto incluído) infantiles.

Ya está, ya lo he dicho.

Y ahora acoto. Yo fuí una niña raruna que leía muchísimo, pedante hasta la hartura, y cursi como no había dos. Era feliz ante la perspectiva de pasarme el dia disfrazada y alicatada hasta el techo de princesa purpurinada y zapatos de tacón robados a mi madre.

Mi hermana pequeña me miraba con compasión mientras trepaba a un árbol a cazar pajaricos vestida del chico que quería ser mientras yo la contemplaba desde el suelo soltando majaderías edulcoradas con toques de varita mágica (purpurinada). Todo muy brillante y con mucho lazo.

Esto lo digo porque mi hermana y yo, en igualdad educativa, cada una salió por un extremo bien distinto, en elección propia. Yo tenía que pelear duro por ser la más cursi porque en casa no se alentaban esos comportamientos precisamente, pero tuve de aliada a mi abuela que era muy fan de los brillos.

Ahora resulta que soy madre de una churumbela de tres años y me toca enfrentarme al poder de atracción que ejercen las fiestas infantiles del cole con sus disfraces y así, llega San Isidro, y te ves a todas las nenitas que no levantan un palmo del suelo vestidas de chulapa porque a su mami les hace mucha gracia. La nena en cuestión ni pincha ni corta. La visten de chulapa, de pastora, de virgenmaría, de guisante o de lo que a su madre se le ponga entre ceja y ceja sí o sí.

Yo no quiero que me hija me divierta. Quiero que se divierta, que no es lo mismo. Y conozco criaturas que con el moco colgando se querían quitar el vestidito de marras mientras su mamá la regañaba porque lo tenía que llevar porque "mírala, qué graciosa está". A mí no me hace gracia disfrazar a un niño si no lo quiere él.

Pero el colmo del despropósito es que no sólo te empeñes en vestir a tu hijo de calabaza, sino que te lo lleves a un concurso a hacer monerías para que el personal se admire de un talento que se lo has metido a calzador, fruto probablemente (digo probablemente, que también hay niños prodigio por ahí) de tus propias frustraciones.

Sé que llegará el día que mi Lola se extasíe ante un escaparate de los chinos y reclame a gritos su dosis de poliésteres de chillones colores y marabúes y bisuterías. Lo sé. No crean que no soy consciente. Y claudicaré. Pero que lo elija ella porque le ha llegado el momento de sumergirse en el mundo de la crinolina cruel made in lentejuela country, no porque deba satisfacerme a mí por muy su madre que sea.

Y esto lo dice una que se pasea por su casa con una diadema con orejas de ratón.

 Qué mal ejemplo soy.

martes, 3 de julio de 2012

Estiviles de la discordia

La red está llenita de consejos. Para todos. De todo. Sensatos, cuerdos, locos, absurdos. Cada quién escoge lo que le resulta más cómodo, más afín. El problema viene cuando osa decirlo en voz alta y no tiene los redaños suficientes como para capear el temporal con la gallardía y el aguante de una Juana de Arco. O el sentido del humor que le permita torear a la masa furibunda sin sentirse vilipendiado.

Hay personas de bien, pacíficas, amables incluso, que sueltan sus reflexiones y son atacadas por ello. Y no se crean que están invocando a la supremacía aria para la creación del IV Reich, ni están aportando fórmulas químicas para la manufactura casera de explosivos con fines terroristas, ni hacen apología del catálogo de delitos tipificados por el código penal. No. Nada de eso.

Hace unos días se creó un movimiento en la red llamado "Desmontando a Estivill" en el que un grupo de madres contrarias a las teorías conductistas del Dr. Eduard Estivill le acribillaron, algunas con auténtica ferocidad, mediante artículos en sus blogs, tuiteos y feisbukeos. Observé el fenómeno desde una discreta distancia, curiosa al principio, aburrida en el medio y hartita al final.

Y me inventé una teoría en la cual una horda cantidad de madres unidas por una idea que a su entender supone una amenaza para la crianza saludable de sus retoños suponen una suerte de hooliganismo maternal que se retroalimentan unas a otras subiendo el tono de las soflamas a cada post o comentario, en una onda muy inquisitorial y a mi gusto, peligrosa (para mi sensibilidad).

Leyendo el inteligente, sensato y desdramatizador post de Mi Gremlim No Me Come (y los comentarios, no se los pierdan) me alegro de no tener tantos seguidores como ella y no tener que estar dando taaaaantas explicaciones, hasta con miedo -intuyo- porque la popular (masa lectora) se pone suspicaz y faltona cuando uno no está de acuerdo con el trendic topic de la semana. Y a la que te descuidas y opinas, te envían a la residencia.

Estamos fatal, amigas. Fatal.

Yo nunca he sido de grupos, pandillas, clubes ni nada que semeje un conjunto de personas con uno varios elementos en común. Ni de niña. Se me da mal. Acabo saliendo por peteneras. Y ante este tipo de manifestaciones, me reafirmo en mi postura de solipandi.

Normalmente, cuando leo un blog en el que se defienden ideas o posturas que no comparto, pues me piro. Si me pilla animada, igual y dejo un comentario en el que jamás de los jamases he insultado a nadie (que no conozca, a los que conozco sí insulto, es un grado de amistad). Me gusta disentir, entender y aprender, no pelear a lo pendejo. No necesito convencer a nadie de mi forma de vida y crianza. Y no me importa que me critiquen, al revés, hasta me gusta si lo haces bien, con inteligencia y educación. Y si lo haces mal, seguro me voy a divertir.

Miren, muchas de las que se rasgan las vestiduras ante la aplicación del método Estivill de marras, harán cosas que a ojos de otras nos parezca el horror de los horrores.Y he aquí una muestra de mi particular catálogo de comportamientos familiares que a mí me producen urticaria:

- Como es verano, vamos a dar un paseo con los churumbeles. A medianoche. Total, es verano, no pasa nada si se les descuadran los horarios y se les queda el cuerpo pa Triana. Que se duerman cuando sea, que hay que disfrutar.
- No les regañes ni les castigues, que se trauman. (Este va derecho al top ten de la estupidez).
- Pobrecitos, si son niños. Déjalos que corran. Entre las mesas del restaurante llenito de gente. Dando alaridos y derribando camareros. Que se diviertan.
- ¿Llevar a mi hijo a una manifestación? horror¡, quita, quita... con lo mona que está con su mantilla en las procesiones de Semana Santa.

Y así puedo seguir ad infinitum. Porque cada quién tiene sus filias y fobias. Porque cada quién cría a sus hijos según sus entendederas, su educación, su modelo social, su entorno y sus posibilidades.

Como le da a uno la gana. 

Y mientras no vengan los servicios sociales a buscarte con una orden judicial, tira millas. Hombreya.