lunes, 30 de abril de 2012

De cuando mi hija se iba a quedar tullida de por vida



Tu historia Mas Divertida

Tu historia Más Divertida desde que te convertiste en mamá es un carnaval de Blogs que propone Una Mamá Feliz para poder contar esas anécdotas, experiencias e historias que hoy nos sacan una sonrisa al recordarlas.
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En los casi tres años que tiene Lola ha demostrado tener buen ingenio y unas grandes dosis de payasismo que nos ha hecho reir a carcajadas muchísimas veces. Hace unos días nos dió una muestra de ello.

Desde que empezó la guardería, la Lola se empeñó en batir el record de otitis de su clase y del colegio entero. El año pasado visitamos tanto a su pediatra que el marido de la doctora se puso celoso. Mi madre le hizo pañitos a los aparatos de aerosoles. Y los de la farmacia nos dieron el distintivo de "los mejores clientes del barrio" con foto dedicada y todo.

Toooooodo el mundo nos decía que el primer año de guardería era así. Que tuviéramos paciencia. Que la niña se iba a inmunizar. Pero fue horrible. De verdad.

El asunto es que descubrimos que el punto débil de Lola son su oídos. Cuando se enferma, es frecuente que su conducto auditivo se le llene de mucosidad y pueda derivar en otitis. Esto es lo que le pasó hace unas semanas y andaba medio sorda. No oía bien mi niña y las sesiones de aerosoles las teníamos que amenizar con visionados de Mary Poppins a un volumen que aquello parecía más un concierto de Megadeth que cursilismo del Supercalifragilistico.

La sordera le estaba durando mucho. Demasiado. Su padre y yo estábamos preocupados. Y no digamos la abu, que ya vaticinaba en la niña la sordera de la familia. Algunas familias trinchan el pavo en navidad. La familia de mi madre se queda sorda. Ellos son así. De tradiciones originales. Y sordos. Como tapias.

El padre de la criatura hacía "pruebas científicas" de vez en cuando. Se colocaba detrás de la nena y le hablaba bajito:

- ¿Quieres un caramelo, Lola?
- ..... (silencio de niña que se está quedando sorda sin remedio)
- ¿Quieres un caramelo, Lola?
- .... (más silencio de niña sorda y con sonotone en el cole, ya lo veía venir yo)
¿Quieres un caramelo, Lola?
- Siiiiiíi¡¡, respondía al fin, la pequeña minusválida. Y yo a punto de llorar, visualizando una infancia de otorrinos sin fin.

Aquel día, la Lola y yo andábamos jugando en el suelo con el lego y su papá procedió a la prueba científica.
- ¿Quieres un caramelo, Lola?
- .......
 - ¿Quieres un caramelo, Lola?
- .....

Mi chico y yo nos miramos tristes, meneando la cabeza y a punto a agarrar el teléfono para pedir una nueva cita médica. Pero volvió a intentarlo. 
 ¿Quieres un caramelo, Lola?.

Y en esas veo en la cara de mi churumbel una sonrisa condescendiente.

- ¿De qué te ríes, canija?
- Mamá... ya está papá otra vez con lo de los caramelos¡¡¡

Lola no está sorda. Lo que está es harta de que su padre le pregunte si quiere un caramelo que luego no le quiere dar. Ha optado por ignorarle. Tócate las narices. 

Esa es mi Lola.