miércoles, 8 de agosto de 2012

Economía doméstica: preparados para la crisis

Queridos lectores acalorados:

Mientras España se prepara para agonizar bajo la ola de calor Sahariano que amenaza con derretirnos a todos, unos de vacaciones (malditos¡, ya llegará mi hora, ya...) y otros con la nariz pegada al aire acondicionado, ésta que les quiere no para de darle a sesera inventando rocambolescas fórmulas para sanear la frágil economía familiar.

Sanear en mis entendederas viene a ser cómo demonios le hago para poder vivir en el ático de 200 m2 que merezco, sin dar más golpe que el me cada día me dicte el capricho de mi imaginativa mente.

Algunos de ustedes ya sabrán que ese señor que me despierta a las 6am cada día, que hace taichi en el patio para solaz de los vecinos (me juego que hasta hay vídeos en yutube en la etiqueta "mira qué vecino más friki tengo") y que aún se atreve a decir en voz alta que me quiere (sin drogarlo ni nada) es, entre otras muchas cosas, músico.

Sí, de esos que tocan la guitarra en la cocina mientras mueven los macarrones para que no se peguen, colocan sus amplificadores en lugar de la mesilla de noche y vuelven loca a la asistenta con tanta Fender estratégicamente colocadas para que pasar la aspiradora sea una carrera de obstáculos. De esos.

Pero además de llenar la casa cada dos por tres de amigos que se beben las reservas de cerveza de todo el barrio con la excusa de "ensayar", resulta que le saca partido y miren ustedes, me salió el tipo con un alma de titiritero que me toca en la calle y todo, trayendo un sobresueldo a casa curioso.

Anoche mismo, aprovechando que mi Lola anda asilvestrada perdida con su abuela en la sierra y en consecuencia yo ando libre como un pajarillo, me fuí a verlos tocar.

Y como una es mujer de acción, que no de lamentos que de eso no se come, tuve una revelación entre "Billy Jean" y "Knocking on heaven´s door". Lo ví claro. Clarísimo. La idea que nos va a sacar de pobres.

Montar una banda familiar. Ahí tá. Eh?, a que se han quedado de piedra?. Yo también me sorprendí de mis geniales ideas. No me hallo de tanta sorpresa que soy capaz de darme a mí misma.

El rollo es así: hay que aprovechar que los 80´S vuelven y todo eso de "Viva el flúor y los calentadores" y qué bueno que mi síndrome de Diógenes por una vez sirva para algo. Cuánta maleta que reciclar. Y lo mío es todo vintage, eh?, del bueno, original.

Nos ponemos en mitad de la calle más concurrida de la ciudad la Lola y yo con nuestras mallas de lycra multicolor y venga muñequeras como unas Jane Fonda castizas y hacemos coreografías mientras marido-guitarrista pone la banda sonora. A ver quién se resiste. Ya lo veo venir, avalancha de monedas¡¡¡ qué digo monedas, billetes, cheques y ya me veo poniendo un datáfono inalámbrico para los que no lleven efectivo¡.

Qué exitazo¡¡. De ahí a que vuelva Aplauso, un tris¡¡

Ay, amigas, qué feliz vamos a ser la Lola y yo dando brincos juveniles todas llenas de purpurinas y lycra y qué pedazo de ático me veo ya eligiendo¡.

Lo sé, soy un genio.

Voy a llamar a mi costillo para informarle de esta brillante decisión.

De aquí al estrellato, lo que yo les diga.

En la foto, algunos modelos que estoy barajando. Lo del espumillón en la cabeza, un punto extra.

A por el éxito, amigas¡